
Bienvenidos a "BROKENLANDS"

¿Por qué jugar Brokenlands y su nuevo sistema de rol?

¿Qué ofrece Brokenlands que otros juegos de rol no?

¿Brokenlands es difícil? ¿Cómo lleno mi hoja de personaje? ¿Cuánto dura la campaña?

El compromiso y las recompensas en Brokenlands





Luis Da Silva – "The Bad Chief"
Soy Luis Da Silva, aunque en las mesas de rol muchos me conocen como The Bad Chief. Tengo 46 años, soy de Argentina y cuento con una amplia experiencia como Dungeon Master (DM) y Game Master (GM) en distintas campañas y sistemas de rol. A lo largo de los años he dirigido numerosas aventuras, creando mundos originales, desafiando a los jugadores con historias inmersivas y adaptándome a diferentes estilos de juego.
Mi enfoque como narrador combina la épica con el humor, buscando siempre que cada jugador viva momentos memorables y que cada sesión sea una experiencia única.
Me gusta combinar diferentes tonos según la situación. En mis partidas vas a encontrar intriga, suspenso y giros inesperados, pero también momentos de humor y bromas para mantener la mesa ligera y divertida.
Disfruto creando encuentros de combate táctico donde cada decisión cuenta, pero también le doy mucho valor al roleo y la interacción social entre personajes y PNJs, porque ahí es donde realmente se construye la historia.
En resumen: pueden esperar de mí una dirección dinámica, con equilibrio entre narrativa seria, humor espontáneo, desafíos estratégicos y escenas de rol profundas.
Espero que mis jugadores respeten el espacio compartido en la mesa: escuchar a los demás, no interrumpir constantemente y dar lugar a que todos participen. Valoro mucho la colaboración y la buena onda, incluso en los momentos más tensos de la historia.
Me gusta que los jugadores se involucren con sus personajes y con la trama, pero siempre entendiendo que el objetivo es que todos la pasemos bien juntos.
En cuanto a límites: no incluyo ni permito en mis partidas violencia explícita fuera de contexto, discriminación, sexismo o actitudes que incomoden al grupo. Prefiero mantener un ambiente de respeto y diversión, donde cada uno pueda disfrutar sin sentirse atacado o excluido.