
La Guerra de la Reina Araña
Una campaña en la Antípoda Oscura

eloyverabel
La diosa oscura Lolth ha dejado de responder a las plegarias de sus sacerdotisa; el poder de sus adoradores, los elfos oscurros de Menzoberranzan, tiembla. Los poderes siniestros de la infraoscuridad acechan para disputarse la carroña.
Acerca de la aventura
La Antípoda Oscura, la vastísima red de túneles y cavernas que se extiende por debajo del mundo de los Reinos Olvidados, se agita con un rumor cada día más convincente: las sacerdotisas de Lolth, la diosa araña de los elfos oscuros, han perdido sus poderes, la fuerza sobrenatural con la que han sometido a los demás reinos de la infraoscuridad y han erigido un imperio del terror.
En alguna parte de este imperio a punto de caer, un campo de prisioneros recibe una nueva entrega, esclavos recién capturados que esperan ser enviados a sus trabajos forzados, o a ser carne de sacrificio, o algún destino aún peor. Esos prisioneros no saben que serán, a su pesar, protagonistas del mayor temblor que ha sacudido a los poderes siniestros de la Antípoda Oscura en siglos.
Dioses muertos, demonios, brujos; guerra, intriga y supervivencia en la zona más hostil a la vida de todo Reinos Olvidados. ¡Únete, sobrevive y navega entre las sombras del destino!
Reglas
Como abogado, creo en adjudicar antes que en legislar, es decir, en tener una mente abierta, escuchar al jugador y decidir según lo que se sienta más apropiado a la mesa antes que obedecer un códice escrito en piedra.
Me gusta usar reglamentos y mecánicas casera sólo cuando nos hacen meternos en personaje. El combate táctico es bueno cuando te obliga a pensar como guerrero, la gestión de recursos y la exploración son útiles cuando te hacen ponerte en la cabeza de alguien que intenta sobrevivir. Prefiero que una campaña se sienta como una hsitoria conversada, llevada adelante ocasionalmente mediante mini-juegos que pongan a prueba la inmersión y la creatividad de los jugadores.
Y no debería hacer falta decirlo, esto es antes que anda un juego. Queremos pasarla bien, que resulte en algo divertido y que nadie se sienta excluido.